Saturday, October 18, 2008

Más allá del Triángulo Amoroso Perpetuo: El Pasado...

"Sé que estoy pagando
facturas pendientes
de algo que pasó..."
R. Arjona No sirve de nada



En esos escabrosos devenires del amor no correspondido –que es, según Woody Allen, el único que dura–, la falta de correspondencia no se debe solamente al presente, materializado en la existencia del ya mencionado mamaguevo, o a la imprecisamente explicada falta de química, elementos pertenecientes a nuestro presente más cercano en inmediato. Pues otra de las explicaciones por las que el objeto de nuestro permanente idilio, dicho vulgarmente, "no nos para", puede encontrarse en el temido y muchas veces ignoto pasado, que puede ser remoto o cercano, agradable o desagradable, pero que, invariablemente, marcó a la mujer de una manera tal que se convierte en nuestro adversario, sin saberlo.

Ese pasado, como siempre, está materializado en una historia, y el espectro es muy amplio que puede ir desde ese noviecito de quinceañera, de manos sudadas y besitos a escondidas de los padres hasta la persona con la que perdieron la virginidad a los 23 durante la alocada semana del viaje de graduación y después del cual no han podido ser la misma.

A diferencia del mamaguevo común, este pasado es simplemente eso: pasado. Generalmente el individuo protagonista de esa historia (que para nosotros siempre será mucho más afortunado que nosotros por haber tenido la oportunidad de despertar en nuestra amada esos sentimientos que a nosotros nos ha costado sangre sudor y lágrimas) ya no se encuentra más en sus vidas.

Pero si lo hace es en una forma que, en principio, sería inofensiva para nuestra relación, en otro amplio espectro que va desde mejor amigo incondicional (con el que, incluso podemos llevarnos bien), hasta el simple contacto de MSN que nunca les habla pero al que no se han atrevido a borrar por esa inconfesable esperanza que tienen de que la historia se repita.

Y es que ÉSE ES precisamente el problema e, incluso, la razón por la que a veces "no damos la talla": por ese pasado que ellas consideran que es la experiencia de amor verdadera, a la que se deberán parecer todas las sucesivas experiencias para que puedan funcionar.

Es inútil: si tú no les despiertas las mismas mariposas en el estómago que él; si ellas no están ansiosas de hablar contigo como lo hacían con él, etc., etc., ellas estarán seguras de que no hay poder humano que les permita sentir amor por ti, y se lo atribuirán (una vez más y por no admitir la existencia de ese pasado) al otro fantasma del amor no correspondido: LA FALTA DE QUÍMICA que, aseguran, si sintieron con ese otro pasado.